El hombre siempre ha mirado al pasado. No puede evitarlo, pues explorar diferentes épocas del pasado permite reafirmarnos como individuos y situarnos mejor en el presente. Una vez que conocemos nuestra historia y la de otras civilizaciones extranjeras enriquecemos nuestro conocimiento así podemos proyectarnos mejor a futuro. Han sido diferentes autores los nos han dejado obras literarias con las cuales se transporta al lector a diferentes acontecimientos de nuestro pasado. La literatura histórica es toda obra de ficción que nos transportan a diferentes épocas determinadas y que nos narran, de manera novelística, acontecimientos estelares por los cuales ha pasado la humanidad. Cada uno de estos autores ha vivido en carne propia o bien ha dejado tras de sí personajes reales en un marco de tiempo y espacio verídicos y que relevantes para toda suerte de lectores.
La literatura de ficción histórica nos permite aprender sobre distintos acontecimientos estelares en toda civilización, bien esta sea cercana o lejana de nuestro país de origen. Podemos, por medio de ella mirar críticamente al pasado para evitar cometer los mismos errores al tiempo que nos entretenemos con la ingeniosa prosa de autores como Gustave Flaubert, Marguerite Yourcenar, Irene Nemirovsky, Umberto Eco, Ken Follett, entre otros. Todos estos autores, a su manera, nos dejan huellas, vestigios y sus propios temores o inquietudes sobre lo que deja la Historia y como podemos apropiarnos de ella y encarar nuestro futuro.
Karen Blixen:
Este nombre nos es casi desconocido. Pero Isak Dinesen, pseudónimo, hace que los lectores recordemos relatos inolvidables que oscilan entre el erotismo, el gótico, lo sobrenatural y la sorprendente África. Nacida como en 1885 en Rungstedlund, norte de Copenhague. Sus primeros años fueron felices, recibió esmerada educación y compartió el mismo amor de su padre, Wilhelm Dinesen, por el aire libre. Sin embargo, la vida de Karen daría un oscuro giro: su padre se quitó la vida cuando ella apenas contaba diez años. A partir de aquí, Karen aprendió que la vida se compone no sólo de felicidad y prosperidad sino que también de imprevistos y dolor. Lo anterior podemos verlo en algunos relatos que componen “Anécdotas del destino” y “Cuentos de invierno”. Entre 1903 y 1906, Karen estudió en la Real Academia de Bellas Artes persiguiendo el sueño de convertirse en pintora. En 1913 se comprometió con su primo el Barón Bror Blixen. Su matrimonio sería el inicio de un gran cambio: La pareja viajó al África e intentaron, sin éxito, administrar una plantación de café. Al tiempo que su matrimonio se deshacía y que la Gran Guerra complicaba su situación económica, Karen luchó por mantenerse a flote e inventó historias que la acompañarían hasta el final de sus días. Más adelante, contaría a Truman Capote que empezó a escribir cuando estaba a punto de perder su granja en Kenia. En 1934, bajo el seudónimo de Isak Dinesen, publicó un libro sorprendente: “Siete cuentos góticos”.
Marcada por la soledad, la tristeza y el desarraigo, Karen sigue siendo una autora que aún hoy logra atrapar al lector con un solo párrafo. Sus relatos se componen de personajes y situaciones mágicas, misteriosas, inquietantes e inolvidables. Karen Blixen falleció en 1962 dejando tras de sí un legado literario valorado por escritores como Pearl S. Buck, Marguerite Duras, entre muchos otros. Su Literatura está dirigida al público amante de los viajes, tierras salvajes y también a los amantes de lo sobrenatural que se entrecruza con lo real. De hecho, su libro “Memorias de África” (llevado al cine en 1985 por Sydney Pollack) fue alabado por Ernest Hemingway.
Irène Némirovsky:
Autora nacida en Kiev (1903), en el seno de una familia de prominentes banqueros judíos. El lujo y esplendor del imperio ruso contrastaba fuertemente con la soledad y abandono que esta niña sintió, pues siempre tendrá una relación difícil y contradictoria con su familia, en especial su madre. En 1918 la familia se vio obligada a dejar Rusia debido a la Revolución y acabaron instalándose en París, Francia. El viaje fue arduo, ya que la familia se vio en la obligación de disfrazarse para pasar desapercibidos. Por un tiempo se escondieron en la frontera finlandesa y luego, en Suecia. En Francia, las cosas parecieron mejorar para ellos. En dicho país, Irène se formó en la Universidad de la Sorbona y se convirtió en escritora siendo muy joven todavía. Obras como "El malentendido", "El baile" y "David Golder" son algunas de sus novelas destacadas y que causaron revuelo en los círculos editoriales parisinos. Manejan como tema central a la familia, la sociedad, la inmigración y todo con un tono satírico, crítico y muy poético.
En 1942 la escritora fue encontrada, arrestada y finalmente deportada a Auschwitz debido a su condición de extranjera y judía. Sin embargo, el nazismo no logró destruirla, uno de sus trabajos más importantes fue encontrado años más tarde por sus hijas, "Suite francesa", obra que la autora narraba la guerra y sus consecuencias en tiempo real.