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Año tras año, la Academia sueca asombra a los amantes de la escritura y lectura cuando anuncian al ganador del premio Nobel. La categoría de literatura siempre sorprende y permite que autores a veces desconocidos emerjan y su trabajo pueda ser leído y analizado con mayor minuciosidad tanto en el público experto como aficionado.

 

Gracias al premio Nobel, lectores de todo el mundo pueden conocer la historia, trayectoria y características del trabajo literario de autores de diferentes partes del mundo. Por otra parte, el Premio Nobel permite recordar a los clásicos indispensables y su labor humanitaria.

Asia, África, América y otros continentes traen cada año sorpresas de muy grata lectura y que nos permiten penetrar en el alma de una cultura como si de un viaje se tratara...

Kenzaburō Oé

Vino al mundo en 1935 en una aldea rodeada de montañas. Descendiente de samuráis, su familia dio gran importancia al conocimiento y la transmisión oral de historias. Por lo anterior sus relatos y novelas contienen mitos y narraciones de su aldea que también alcanzan a recibir influencia de acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial. Fue testigo del cambio de un Japón imperialista a una nación que se abre lentamente al mundo. Cursó sus estudios en la Universidad de Tokio de la cual obtuvo el título en Letras francesas en 1959. De pequeño sus obras predilectas fueron “Tom Sawyer” de Mark Twain y “El maravilloso viaje de Nils Holgersson de Selma Lagerlöf. De esto podemos decir que una premio Nobel sueca dejó asombrado a un niño japonés que soñaría con convertirse en escritor. En 1963 nace su hijo Hikari, diagnosticado con hidrocefalia, autismo y una ceguera parcial, lo que lo lleva a escribir una de sus novelas más poderosas, “Una cuestión personal” en 1964. Oé fue profesor visitante en el Colegio de México en 1976 y ganó el Nobel de Literatura en 1994. Fallecido este año y es recordado por su activismo.

 

J.M Coetzee

Proviene de Ciudad del Cabo (1940) y vive en la actualidad en Australia. Es un descendiente de holandeses colonos del siglo XVIII. Desde pequeño se vio marcado por una dualidad de culturas que convergían en un mismo lugar, la lengua inglesa y la afrikáner. En 1961 se graduó de la Universidad del Cabo de la que obtuvo doble titulación, Matemáticas y lengua Inglesa. Un año más tarde viajó a Inglaterra donde trabajó en programación informática para IBM hasta 1965. Posteriormente se doctoró en Lingüística computacional en la Universidad de Austin, Texas. La obra de Coetzee está marcada por la reflexión en la distancia, el Apartheid, la discriminación y cierto componente autobiográfico. Es un escritor singular, cuya prosa es implacable, fuerte pero al mismo tiempo poética y cargada de imágenes de luz y color. Con él viajamos al siglo XVIII al momento de la colonización europea, a las memorias de un joven dividido entre dos culturas, violencia en las calles y conocemos personajes que experimentan el cambio de siglo y las consecuencias de la posguerra. Coetzee es el gran narrador que nos da a conocer una Sudáfrica en historias y por la que pasan personajes derrotados que conmueven. Novelas suyas muy aconsejables son “Esperando a los bárbaros” (1980), “La edad de hierro” (1990) y “Juventud” (2002).

 

Orhan Pamuk

Es oriundo de Estambul (1952). Una de sus frases más poderosas es “el arte de la novela se basa ante todo en la compasión”. Para ser narradores de historias se requiere de entender al otro. Hijo de una familia en su momento acaudalada de ingenieros, Pamuk soñó con hacerse pintor pero por circunstancias de la vida, optó por la escritura. Es entonces que cursa la carrera de periodismo obteniendo su título en 1977. Vivió en Estados Unidos entre 1985 y 1988 como profesor en la Universidad de Columbia. Es desde la distancia que Pamuk, como un artista enamorado de su modelo, plasma su ciudad natal, escenario de diferentes acontecimientos relevantes para la humanidad. Estambul, testigo silencioso, fue capital de imperios, el puerto entre Oriente y Occidente, lugar donde convergen griegos, judíos, árabes y que dejó asombrados a escritores como Agatha Christie, Gustave Flaubert o arquitectos como le Corbusier. Pamuk obtuvo en 2006 el Nobel de literatura. Una de sus obras más importantes es “Estambul; Ciudad y recuerdos”, un retrato excepcional de su ciudad natal al tiempo que nos narra sus primeros veinticinco años antes de tomar la decisión crucial de hacerse escritor.

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