top of page

Los enigmas han acompañado a los seres humanos desde siempre. Queremos saber más sobre nuestro entorno y también lo que está más allá, lo desconocido. Lo anterior intriga y asusta al mismo tiempo. Pero así es el ser humano, curioso por naturaleza. Somos seres complejos así como la sociedad de la que somos parte. Nos compones de luces y de sombras, somos bien y mal, lógica y misterio. Dos caras de la misma moneda.

 

Con la llegada del siglo XIX, el hombre se convirtió en un explorador y aventurero, y los gobiernos propiciaron entornos para el estudio, escritura de grandes obras literarias y avances en medicina y ciencia. Pero también fue el siglo en el que sucedieron hechos terribles de los cuales diferentes autores escribieron. Lo anterior puede verse en el cuento de Edgar Allan Poe, “Los crímenes de la calle Morgue” (1831), relato con el que el autor creó, sin proponérselo, la fórmula vista en múltiple sobras policiales posteriores: un crimen, un grupo de sospechosos, un investigador audaz, pistas engañosas y al final, un culpable. Lo anterior por lo general en un entorno cerrado pero en el que el investigador ejercita su mente y logra dar con la respuesta a un enigma aparentemente sin solución. Autores como Arthur Conan Doyle y Agatha Christie siguieron la fórmula de Poe para sus respectivas obras literarias y personajes detectivescos.

Por otra parte, hay quienes sostienen que este genero literario es más antiguo de lo que se cree, antes de la llegada de las corrientes como el Positivismo, el Romanticismo o de las incipientes tecnologías forenses, los griegos ya conocian la trágica historia de Edipo Rey, el primer detective de la Historia quien, sin quererlo, resuelve un enigma siendo criminal e investigador a la vez.

Edgar Allan Poe:

Este autor vino al mundo en Boston en 1809 y falleció en Baltimore en 1849 en causas aún desconocidas. Su vida fue muy corta pero brillante, pues dejó valiosas enseñanzas para futuros escritores de cuentos, novelas y poemas. La infancia de esta autor estuvo marcada por el abandono, el traslado contante y la enfermedad. Tuvo una excelente educación y alcanzó a ejercer dotes como poeta y gran conversador. Creció en una época contradictoria y cambiante, en la que había una inmensa desigualdad social pero por otra parte deseos de progresar y de libertad. Poe soñaba con poder escribir poesía, una de las más bellas manifestaciones de las artes. Pero fue un autor prolífico, pues dejó varios relatos en los que se ven antecedentes de la novela policial, ficción científica, psicológica y de aventuras. Inspiró a poetas como Baudelaire, cuentistas como Horacio Quiroga, Julio Cortázar, novelistas como Ray Bradbury o Stephen King y cineastas como Guillermo del Toro. Poe fue uno de los padres de varios géneros literarios y que si bien su vida fue sombría y misteriosa, dejó una gran luz para sus lectores.

Sir Arthur Conan Doyle:

Nacido en Edimburgo, Escocia (1859-1930). Autor que conoció el cambio de siglo, el ocaso del victorianismo, las guerras bóeres, la Gran Guerra y hasta participó en sesiones espiritistas. Si bien su formación profesional fue la de un médico, desde niño sintió amor por la lectura. Entre sus horas de descanso y cuando no atendía a sus pacientes, en 1887 dio vida a Sherlock Holmes, su personajes estrella que protagonizó varios cuentos y novelas. El personaje literario paradójicamente sigue siendo más conocido que su creador. El detective más famoso de la literatura y el cine es el precursor de los thrillers forenses, y rara vez es engañado porque siempre está a la caza de un misterio valiéndose de su lógica, sentido deductivo y astucia. Conan Doyle ha sido inspiración para Borges, Umberto Eco y otros autores. Sin duda, su talento para narrar ha dejado huellas imborrables.

 

Gastón Leroux:

 

Autor francés (1868- 1927) que tuvo una feliz infancia y juventud en París y Normandía. Desde joven poseía un alma libre y espíritu aventurero. Sus pasiones eran la lectura de novelas de Víctor Hugo y la navegación. Estudió y ejerció brevemente la carrera de Derecho, pero su amor por las letras resultó más fuerte, así que se hizo periodista y cronista de la época. Leroux se dio a conocer por sus crónicas de gran corte realista, conoció de cerca el mundo del crimen en las calles y catacumbas de París, historias que publicaba en el diario Le Matin. Incluso, realizó viajes a países como Rusia y del Medio Oriente. En 1907 publicó una historia policial brillante, “El misterio del cuarto amarillo”, historia de intriga en la que el detective Rouletabille debe desentrañar un caso de asesinato en una habitación en la que no había posibilidad de entrar o salir. Otra gran novela de Leroux fue "El fantasma de la ópera" (1910) con la que rescató la narrativa gótica y con el tiempo se convirtió en el musical más famoso de Broadway.

Agatha Christie:

Agatha Christie (1890-1976) era oriunda de Torquay (Inglaterra). Desde niña fue una gran lectora, interpretó Poesía y Teatro. En cierto momento viajó a tierras lejanas como Egipto donde se sintió cautivada por dicha civilización. A su regreso a Inglaterra empezó a dar sus primeros pasos por la literatura. Cuando estallaron las dos guerras mundiales, ejerció como enfermera voluntaria, labor que ella misma catalogaba de las más satisfactorias que podía haber. En 1920 publicó su primer trabajo de ficción policial, El misterioso caso de Styles, obra que marcó sus inicios como una de las escritoras inglesas más importantes del mundo. Novelas suyas como Asesinato en el Oriente Express, El espejo roto, Muerte en el Nilo o El asesinato de Roger Ackroyd asombran a lectores de muchas edades y nacionalidades puesto que su autora siempre sorprende con sus ingeniosas tramas y resoluciones detectivescas en las que el culpable de un crimen siempre es el menos esperado. Agatha Christie también incursionó en la Dramaturgia, la Poesía, la novela romántica y dejó valiosos trabajos de arqueología.

bottom of page